No sé como comenzar esta carta, hace tiempo que no hablamos,
y la verdad, siento que el tiempo nos ha separado demasiado. Es difícil
enfrentar la distancia. A pesar de ello, me gustaría que un día me acompañaras en
mis horas de meditación, sé que es una invitación del todo inesperada y quizás
inapropiada, espero, no te sientas ofendida.
Últimamente he estado pensando en los años en que éramos
niñas y ajenas a la ebullición del mundo estábamos tan unidas. ¡Que felices
días!
Quizás, debí ponerme en contacto contigo mucho antes en
lugar de abandonarte como un recuerdo del pasado, te ruego, me perdones.
Espero verte pronto,
Tú
Brillante.... e dícecho un cinéfilo...
ResponderEliminar(Eu si que deixo a miña pegada nos comentarios)